
Pero no siempre fue así…
Tras 23 años en el mundo corporativo, tenía claro que algo en mi vida tenía que cambiar.
La vida corporativa me gustaba, me sentía cómoda. Aprendí muchísimo de estrategia, planificación, liderazgo de equipos y eficiencia en procesos. Sin duda fueron pilares que hoy aplico para estructurar y dirigir mis mentorías, programas y talleres con eficacia, simplicidad y enfoque.
Sin embargo, aunque para muchos parecía que había logrado «el éxito soñado», algo me decía que tenía que haber algo más. Sentía un vacío profundo, y cada día que pasaba me hacía cuestionar si realmente estaba viviendo en alineación conmigo misma.
A medida que avanzaba en esa carrera, notaba cómo me iba desconectando de mi esencia, de mi capacidad de disfrutar plenamente y ser auténtica. No había espacio para mis emociones, el cuidado de mí misma quedaba relegado, y me resultaba cada vez más difícil ignorar el llamado de hacer algo que realmente tuviera impacto, algo que pudiera ayudar a otros a vivir con equilibrio y propósito.
Ese llamado fue el que me llevó a materializar mis programas, enfocados en el bienestar dentro y fuera de las empresas y en ayudar a otros a reconectar con su energía, con su fuerza y vitalidad física y mental para ser su mejor versión desde la autenticidad.
Mi enfoque integral y mi experiencia de vida me permiten entregar una metodología sencilla, eficiente y sostenible para ayudar a personas y equipos a alcanzar este propósito.







